El directivo tiene muchos empleados nuevos y se da cuenta de que su estilo de gestión ya no funciona. No llega a su gente, no puede motivarla, el ánimo se hunde, los objetivos dejan de alcanzarse. En el coaching trabajamos la capacidad de análisis del directivo: ¿cómo puedo evaluar mejor a mi gente, cómo puedo estructurar mi equipo en función de sus puntos fuertes? De los resultados del análisis se derivan medidas específicas para el desarrollo de los empleados.